martes, 28 de enero de 2014

Las franquicias mexicanas

Esta multiplicación mundial de cadenas vendedoras de éxitos empresariales seguros, ha sido posible gracias a la rápida evolución de un sistema de comercialización llamada franquicias y por ende, de una nueva forma contractual que enmarca las múltiples relaciones jurídicas y económicas involucradas en cada iniciación.
Las franquicias mexicanas día con día están siendo percibidas como un negocio seguro y con éxito, es quizás, debido a que el nuevo comerciante tiene la posibilidad de manejar un negocio propio y sin riesgo, a través de un sistema comprobado que funciona y rinde sus frutos.

Por la gran cantidad de opciones de franquicias mexicanas, es prudente dividir las alternativas en dos géneros: franquicias de productos: como alimentación y restaurantes, en sus distintas variedades, galletas, pollos rostizados, fast food; productos químicos y de mantenimiento; cosméticos y artículos de belleza; bazares; supermercados; heladerías; tiendas de ropas y accesorios; alquiler de equipos de computación; disqueras; zapaterías, entre otros.

El otro género corresponde a las franquicias de servicios: talleres mecánicos para automóviles y motocicletas; moteles y hoteles; reparación de calzado; agencias de viajes; salones de belleza; tintorerías y lavanderías de autoservicios; etc.
Y esos tipos de franquicias anteriores, todos son un boom en México.






Las oportunidades de negocios

Encontrar oportunidades de negocios rentables muchas veces no será tan fácil ni tan rápido como has pensado. Todo tiene su tiempo, y es que los procesos así lo dicen. Por tal si quieres conocer cuáles son las mejores a continuación te detallamos las claves para reconocer cuando estás frente a una.

Invertir en productos que ya deberían existir, muchas oportunidades de negocios nacen de sensaciones. Kate Brosnahan era una editora de revistas de modas, cuando en los 90 encontró un nicho en el mercado: las carteras de diseño no eran prácticas y a las carteras prácticas les faltaba estilo.

Fundó su propia línea fusionando estos dos conceptos y fue un éxito. Muchos productos que usamos todos los días – desde aviones hasta teléfonos celulares- son innovaciones de productos que ya existían. Son, en definitiva, productos que deberían existir pero que nadie se preocupó en crear.

Atención a las malas experiencias de usuario, el enojo de un consumidor es un buen indicador de oportunidades. En esos casos, los clientes prefieren pagar a seguir teniendo una mala experiencia de usuario. Un ejemplo vale más que mil consejos: Reed Hastings, el ilustre fundador de Netflix, decidió crear su compañía después de recibir una multa de US$ 40 por entregar tarde sus DVD.